PARA PENSAR EN EL DÍA DE HOY...
El anciano dijo:
- El gesto de la mujer de Betania, ungir con un caro perfume los pies de Nuestro Señor, sólo es comprensible desde la lógica del amor.
El muchacho, siempre atento a sus palabras, repuso:
- ¿Lógica?, ¿qué lógica?, dígame usted, con tantas necesidades y tanto pobre por el mundo, ¡fue un derroche!, y no digo más. O será que no lo entiendo.
El anciano lo miro con cariño. Tras un breve silencio, preguntó:
- ¿Has amado?
La interrogante estaba en su corazón. El anciano lo sabía, lo había adivinado en sus ojos encendidos.
- Sí, pienso que sí, aunque, a veces, de noche, cuando contemplo el firmamento, me preguntó ¿qué es el amor?
- ¡Ahh, el amor!!,- respondió el anciano - es una fuerza que arrastra el corazón y mueve las estrellas, un impulso, un fuego que quema las entrañas, el torbellino y el remanso a donde convergen todas las historias, la audacia que vence los imposibles, la única enfermedad que cura todos nuestros males, el elixir de la eterna juventud.
Y tras una pausa, concluyó diciendo: - La medida del verdadero amor es amar sin medida.
Y no se dijo allí nada más. Al atardecer, el sol era una naranja sobre el azul puro del Atlántico.
"Ponme cual sello sobre tu corazón,
como un sello en tu brazo.
Porque es fuerte el amor como la muerte,
implacable como el seol la pasión.
Saetas de fuego, sus saetas,
una llama de Yahvéh.
Grandes aguas no pueden apagar el amor,
ni los ríos anegarlo." (Cant. 8, 6-7)
No hay comentarios:
Publicar un comentario